6
Mis
queridos:
El
cielo rojizo, por las llamas. Somos náufragos del tiempo. Hay esquirlas de
explosivos oceánicos en los húmedos acantilados.
Estamos
acá, en el puerto desierto. Desde este lugar los albatros levantan vuelo, rasantes,
por las tempestades y el salado frío
antártico.
El
miedo es confuso como mi escritura.
Extraño
las tardes de verano. Estación de lluvias cálidas. No de helados aguaceros
constantes.
El
miedo es confuso y desolador.
Se
teme.
Como
las piedras temen incrustarse en el suelo de turba y arena. Se teme a la noche
y al día. Al crepúsculo y al alba.
Los
quiere y extraña,
Teófilo
PD:
La oveja de la foto se llamaba Lady.
No hay comentarios:
Publicar un comentario